Los problemas visuales pueden existir incluso «viendo bien».
Cuando decís que «veis bien», seguramente muchas veces os referís a que véis un 100% de Agudeza Visual, es decir, que véis claras las letras cuando leéis o podéis ver los carteles de la carretera cuando conducís o la televisión en casa.
Pero,
- si sufrís dolores de cabeza tras estar muchas horas delante del ordenador,
- si vuestro hijo no aguanta más de 15 minutos delante de sus deberes,
- si no podeís leer un libro durante más de media hora,
- si los libros de texto con muchas palabras y pocas imágenes os agobian o le agobian,
- si vuestro hijo tiene problemas para sacar la idea principal de un texto,
- si cuando cambia el planteamiento de un problema, ya no lo entiende,
- si evitáis o evita hacer cualquier tipo de cálculo matemático,
- si no podéis llevar al niño al cine porque es incapaz de mantenerse sentado en una silla durante más de media hora,
- si es sucio en sus trabajos del colegio,
- si tenéis o tiene problemas para organizar vuestro tiempo,
- si os agobian o no le gusta ir a los centros comerciales,
- si os tropezáis o se tropieza con las puertas o las sillas y pensáis que en general sois o es torpe,
- si se mueven las líneas en el texto o incluso a veces lo véis o lo ve doble,
- si vosotros o vuestro hijo, sin daros cuenta, tendéis a tomar una postura en la que tapáis la visión de un ojo cuando estáis cansados…
… pensad que todos estos motivos, y muchos más, pueden ser indicativos de existencia de los problemas de visión. Aunque la Agudeza Visual sea del 100% y aparentemente creáis que vuestros hijos, o vosotros mismos, veis bien o incluso si os lo ha confirmado el oftalmólogo, si tiene o tenéis algunos de estos síntomas, ALGO FALLA. El problema real no puede detectarse con una simple medida de Agudeza Visual y no se soluciona con unas simples gafas o lentillas para ver más claro.
La evaluación que realizamos es más completa porque no solo tenemos en cuenta la agudeza visual sino cómo funciona y cómo se ha desarrollado la visión, y además, comprobamos el desarrollo general del niño para ver si visión está bien integrada con el resto de información que recibe el cerebro. De esta manera PODEMOS ENCONTRAR LA RAÍZ DEL PROBLEMA. Nuestra evaluación es diferente a la que hace un oftalmólogo y la que hacen en una óptica.
A su vez el tratamiento también debe de ser completo para tratar los problemas DESDE LA CAUSA, no desde los problemas en sí, para así conseguir eliminar no solo los síntomas sino también la causa que los provoca.
Además de prescribir las convencionales gafas o adaptar lentes de contacto siempre que sean necesarias, realizamos una TERAPIA VISUAL COMPORTAMENTAL QUE PUEDE AYUDARTE O AYUDARLE A CONSEGUIR ELIMINAR DE RAÍZ LA CAUSA DE LOS PROBLEMAS.
Además, para los miopes en general, tanto leves como magnos, y para algunos casos de astigmatismos, hacemos también un tratamiento nocturno mediante lentes de contacto para el control de estas ametropías, llamado ORTOK u ORTOQUERATOLOGÍA. Es un tratamiento que elimina la miopía y el astigmatismo mientras se duerme con unas lentillas.
Es un tratamiento poco invasivo, y es perfecto para frenar la progresión de la miopía en niños, por lo cual puede realizarse desde los 6-8 años de edad incluso. Cuanto antes se realice, antes se podrá frenar y evitar las alteraciones oculares que el aumento de miopía conlleva (cataratas, desprendimiento de retina, de vítreo, …).
LA PIEZA QUE LE FALTA AL CUIDADO DE TU VISIÓN.