Para entender la optometría comportalmental hay que entender cómo vemos.
Hasta hace pocos años, cuando la gente se preocupaba por lo que veía o no veía, sólo conocían los conceptos de «óptico» y «oculista». Ahora hay muchos más términos que lo que hacen realmente, es enredar todo mucho más. Óptico, optometrista, oftalmólogo (y hay quienes siguen refiriéndose al oftalmólogo como oculista). Pero esto es sencillamente porque las profesiones evolucionan. Igual que en la oftalmología o en cualquier otra profesión, los ópticos-optometristas seguimos especializándonos. Así, en la Optometría también hay especializaciones que se realizan en postgrado.
Una de esas especializaciones es la OPTOMETRÍA COMPORTAMENTAL Y DEL DESARROLLO. Una optometría que en EEUU lleva estudiándose y practicándose desde los años 70.
La optometría comportalmental se encarga de la PREVENCIÓN, DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LOS PROBLEMAS FUNCIONALES, DE COMPORTAMIENTO Y DE DESARROLLO DEL SISTEMA VISUAL. Además, LO RELACIONA CON OTROS SISTEMAS SENSORIALES Y MOTORES.
Dicho de otra manera, la optometría comportalmental comprueba EL DESARROLLO Y FUNCIONAMIENTO DE LAS DIFERENTES HABILIDADES VISUALES Y PERCEPTUALES para ver si funcionan con eficacia. Además, LO RELACIONA CON OTROS SISTEMAS SENSORIALES Y MOTORES que en el desarrollo natural del niño evolucionan de forma paralela.
Así,

Evolución de nuestras actividades visuales
Desde los orígenes del hombre, nuestro sistema visual «está hecho» para mirar de lejos (cazar, pescar, comprobar si se acercaba el enemigo…). Pero desde que el ser humano empezó a evolucionar (pintar en las cavernas), el sistema visual empezó a sufrir los» inconvenientes» de ese desarrollo del ser humano como ser inteligente. Así, en el último siglo, las tareas de cerca han ocupado gran parte de nuestro tiempo tiempo (tanto en ocio como en trabajo o estudio). Y esto ha ido provocando cada vez más estrés visual y síntomas de fatiga.
Simplemente tenemos que fijarnos que nuestros abuelos no hacían las mismas actividades que nuestros niños de hoy en día. Los deberes, muchas de las actividades extraescolares, las pantallas (tabletas, m´viles, ordenadores y televisión),… Todo eso hace que los niños jueguen menos en la calle, corran menos, y en definitiva, miren menos de lejos. Con ello, no relajen en ningún momento su sistema visual.
Pero cuando un sistema sensorial se fatiga o no funciona bien, altera los demás. Cabe pensar que como los ciegos al no ver o no ver bien, otros sentidos se desarrollan, aquí pasaría lo mismo; PUES NO. En el caso del estrés visual, no se desarrollan más el resto de los sentidos, sino que también fallan. Porque se produce un desequilibrio entre todos ellos.
Por tanto, atento a estas PREMISAS
- Aunque veamos bien, puede que nuestra visión no funcione bien.
- La visión se aprende, por tanto, se puede entrenar.
- La visión no es un sentido aislado. Todo lo que entra por nuestros ojos, no sólo nos da información PURAMENTE visual.
Aunque «se vea el 100% a lo lejos, puede haber dificultades para trabajar en distancia cercana». Ver el 100% significa que se puede ver perfectamente a la distancia de 5 ó más metros, pero normalmente no indica cómo se ve a 30-50 cm, que es lo que diariamente hacemos estudiando o trabajando. El concepto erroneo de «buena visión» que tiene mucha gente tiene que desaparecer. Muchos caen en el error de pensar que no tienen ningún problema visual, viendo 100% a pesar de todas sus molestias. Tener BUENA VISIÓN es mucho más que eso.
Muchas veces unas gafas que te hacen ver más claro y alcanzar el 100% de Agudeza Visual, no solucionan el problema. Y sin embargo, unas gafas cuya finalidad no es «ver más claro», pueden ayudar a nuestro sistema visual a eliminar el estres al que le sometemos. Son lo que llamamos «gafas funcionales o comportamentales».
Tanto niños como adultos pueden mejorar sus habilidades visuales necesarias para conseguir un buen rendimiento académico o laboral.
La optometría comportalmental ofrece diferentes tratamientos pero el principal es la TERAPIA VISUAL.
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