Prescripción de lentes y prismas

Prescripciones de lentes y prismas

Es importante destacar el hecho de que unas gafas te pueden dar una buena «vista» (Agudeza Visual), pero no por ello una buena VISIÓN.

A veces hemos ido a la óptica, nos han graduado, nos hemos hecho unas gafas y tras unas semanas utilizándolas, seguimos encontrándonos igual de incómodos, seguimos teniendo dolores de cabeza y no conseguimos estar sentados trabajando y concetrados más de una hora.

Normalmente la Agudeza Visual suele ser la meta de este tratamiento, pero unas gafas pueden conseguir mucho más.
Unas lentes adecuadas pueden permitirnos trabajar durante más horas sin cansarnos, pueden mejorar nuestro rendimiento, pueden hacer que tareas que antes odiabamos (como leer), ahora nos parezcan divertidas, etc.

 

 

Por tanto, las prescriciones pueden tener una de estas finalidades:

  • LENTES COMPENSATORIAS O CORRECTORAS PARA VER CLARO.

La finalidad de estas prescripciones es la más conocida por todos.

Vemos mal debido a que somos miopes, hipermetropes o astígmatas, y necesitamos una graduación óptica o prescripción que compense nuestro defecto refractivo y nos proporcione una buena «vista».

  • LENTES COMPORTAMENTALES O FUNCIONALES PARA RENDIR BIEN.

Estas gafas no compensan ningún defecto refractivo, sino que modifica el esfuerzo que tiene que hacer el sistema visual para realizar las tareas cercanas con comodidad (mantener una imagen nítida y única durante un tiempo prolongado), para percibir mejor nuestro entorno y procesar mejor la inforamción visual que recibimos, etc.

Normalmente estas prescripciones suelen tratarse de LENTES BIFOCALES que nos ayudan a equilibrar nuestra visión cercana y lejana.

Estas lentes comportamentales pueden ser tanto prismas como lentes oftálmicas y muchas veces sirven de ayuda en tratamientos para ESTRABISMOS (ojos desviados), AMBLIOPÍAS (ojos vagos) y otros PROBLEMAS VISUALES BINOCULARES «menores», pero no por ello, menos importantes, como problemas de enfoque o de coordinación de ambos ojos, mareos, etc. Las mejoras que producen no sólo actúan a nivel del ojo y de la visión, sino que pueden reorganizar el espacio de la persona, pueden equilibrarla más, pueden ayudarle a calcular mejor las distancias, a percibir mejor, pueden facilitarle el uso de los dos ojos conjuntamente…

Pero estas gafas normalmente no son suficientes por ellas mismas, son sólo una «ayuda». Normalmente el problema ha creado unos malos hábitos que hay que cambiar (no sólo visuales, sino en general), y en eso nos ayuda la TERAPIA VISUAL.